sábado, 13 de diciembre de 2008

Toda esta previsto


Movimiento de Retiros Parroquiales Juan XXIIITodo está previsto
Una misteriosa frase continuamente usada por los miembros del Movimiento de Retiros Parroquiales Juan XXIII, quienes el fin de semana pasado realizaron un retiro de conversión en el centro juvenil Miguel Grau. Sesenta y cuatro jóvenes, hombres valientes como los suelen llamar, vivieron una experiencia inolvidable que les abrió las puertas a una mejor vida junto a Cristo. Zona Urbana conversó con ellos y aquí una hermosa historia: de Amor, Entrega y Sacrificio.Por: Roxana Eyzaguirre
¿Quién pudiera evangelizar sin amor?, esto resulta casi imposible, verdad. Sí, Amor, entrega y sacrificio es lo que muchos piensan que es su lema, pero, para ellos es un estilo de vida, tres palabras sublimes impregnadas en los corazones y en los polos multicolores de cada integrante, que forman una mística y un carisma propio, con una espiritualidad católica de auténtico servicio. El movimiento Juan XXIII es un movimiento católico que no trabaja para sí, sino que busca ser como un fermento, como una plataforma de lanzamiento, no trabaja tanto hacia dentro sino hacia fuera, un movimiento que desde sus inicios sale en busca de los marginados, no de los que ya están en la iglesia, sino de los más alejados de Jesús, aquellos que por su problemática viven en el anonimato de la vida, necesitando que alguien los evangelice y les anuncie a Jesucristo, para ellos es el retiro Juan XXIII. Esta vez tocó la puerta del centro juvenil Miguel Grau. En este lugar un sinnúmero de talleres como carpintería, panadería, taller de piñatas, cerámica, artesanía, soldadura, granja de aves, manualidades entre otros, ayudan a los jóvenes a hacer más llevadero su internamiento, a disipar su mente y a lograr la independencia a través de su manos. Sin embargo, hacia falta un rompimiento de cadenas, una libertad real y verdadera pero del alma, una ayuda espiritual que los hiciera conocer a Cristo, y aquí entró a batallar el movimiento Juan XXIII, con un hermoso retiro de tres días, en el que dejaron sembrada su semilla en los corazones de 64 jóvenes. A través de un encuentro personal con Cristo conocieron el amor de Dios y se comprometieron a dar testimonio de esa presencia viva de Cristo en sus vidas. ¡Con Cristo todo y sin Cristo nada! ¡Cristo cuenta contigo! ¡Y yo su gracia! gritaban y respondían animosos con una fe inquebrantable en Dios durante la ceremonia final. Sus rostros reflejaban entre llantos una alegría inmensurable junto con sus familiares, una alegría de haber encontrado la verdadera felicidad en Cristo y a su vez, abrigaban la esperanza de ser cada día mejor. Estoy segura que ese día hubo una gran fiesta en el cielo. La labor no queda allí. Luego de vivir un retiro lo que se procura es la incorporación activa de los nuevos miembros en sus respectivas parroquias, pero, como los jóvenes se encuentran cumpliendo una condena, se les evangelizará formando así una comunidad dentro del centro. A los treinta y cuatro años de existencia, el Movimiento Juan XXIII tiene una presencia reconocida y autorizada en más de 85 diócesis de nueve países: Puerto Rico, Perú, República Dominicana, Ecuador, Honduras, Estados Unidos, Italia, España y Colombia., donde realiza su labor evangelizadora en comunión y armonía con la Iglesia y sus pastores.¿Quieres sentir a Cristo dentro de ti y llenar tu vida de luz?, entonces anímate a vivir un retiro. Si es que intentas preguntarle a algún retirista que sucede en esos tres maravillosos días, ellos te responderán con un ¡Todo está previsto!, porque para saber que es un retiro Juan XXIII ¡hay que vivirlo!. Aquí el porqué del título de este artículo.

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